sábado, 2 de enero de 2010

Jodoko Ricke, un club de amigos


Con una vista panorámica y magistral de toda la ciudad de Quito y la vieja cancha de tierra, la cual con un fuerte soplón de viento las pelotas se van a la quebrada, es la que juega el tradicional club barrial de la Liga Itchimbia, el Jodoko Ricke.


Jodoko Ricke, es un equipo de fútbol, que nació hace 40 años, por incentiva de un grupo de jóvenes que no tenían actividad los fines de semana y decidieron conformar el club, que en la actualidad, es el mayor representativo de la Liga Itchimbia, al centro – norte de la ciudad.

Como dice su Presidente Byron Salazar, “el club Jodoko Ricke es solamente un equipo conformado de amigos, cuyo objetivo es jugar por distracción y recreación”. Por este motivo el club no tiene aspiraciones de ascender al fútbol amateur de la provincia, ni lograr grandes campeonatos. Sin embargo, y debido a las limitaciones que tiene el club, como la falta de jugadores, en cada partido o la infraestructura de la cancha, Jodoko Ricke ha sido participe en el campeonato de campeones de la Federación de Ligas Barriales, ubicándose en cuarto lugar, en el año 2000, su mayor participación, en este campeonato. Este campeonato reúne a los mejores equipos de cada liga barrial, en donde sale el campeón. Como señala Salazar, “es complicado obtener el título, porque los clubes se refuerzan con grandes jugadores e inclusive, algunos equipos pagan sueldos a sus jugadores”, apuntó el presidente del club, refiriéndose por que el Jodoko Ricke no ha obtenido aún este título, “Jodoko Ricke es un club muy pobre, que no tiene dinero para pagar sueldos, ni contratar grandes jugadores, solo jugamos por hacer deporte y Con una vista panorámica y magistral de toda la ciudad de Quito y la vieja cancha de tierra, la cual con un fuerte soplón de viento las pelotas se van a la quebrada, es la que juega el tradicional club barrial distraernos con la familia”, cerró Salazar mientras contempla la querida y vieja cancha, donde ha pasado toda su vida, desde futbolista, entrenador y ahora presidente, de su viejo amor el Jodoko Ricke.

Así, transcurre cada domingo, donde Jodoko Ricke salta a la polvorienta cancha de la Liga Itchimbia, donde sus pocos integrantes del club acompañado del aliento de sus familiares disfrutan de un día sano de diversión y de recreación.

lunes, 28 de diciembre de 2009

Boxeo: golpes de sacrificio


Continuando con nuestro recorrido a cerca de los diversos deportes que se practican en la ciudad de Quito. El turno de hoy día es del deporte de los fuertes golpes. Como es el boxeo.


El boxeo, al igual que la gimnasia rítmica, también es una disciplina que se entrena en uno de los gimnasio de la Concentración Deportiva de Pichincha y como los otros deportes cuentan con grandes talentos, quienes entrenan a diario, para ser dignos representantes de la provincia y en un futuro del país.


Precisamente, los ocho mejores pugilistas de Pichincha, desde el 1 de diciembre se encuentran entrenando a doble jornada, una hora y media, en la mañana y en la tarde, de igual manera, para competir en el torneo de categoría juvenil, a realizarse en la ciudad de Portoviejo, entre el 26 de diciembre hasta el 30 del mismo mes.


Entre los participantes, se encuentran, Peter Mina, Yander Torres, Juan Mina, Miguel Martínez, Darwin Tejero, Anderson Rojas, Carlos Mina y Marlon Delgado. Todos estos jóvenes, entre 15 a 18 años, apuestan con obtener alguna medalla y continuar creciendo, para futuras competencias. Para Anderson Rojas, “las practicas son fuertes”, pero para él no le importa, por que le gusta el boxeo, además señala que “entrenando duro es la única forma de superarse”, cuenta Rojas que es proveniente de Imbabura y lleva tres años practicando este deporte en la que considera su casa, la Concentración, la cual recibe alimentación, hospedaje, estudio y una beca de USD 40 mensuales. Rojas afirma, que con el dinero recibido, por el ente provincial, colabora con su madre y además se compra ropa y demás accesorios que le hacen falta en su vida de deportista.


Otro de los pugilistas, quien tuvo que pasar las festividades navideñas, alejado de su familia, por encontrarse entrenando en la Concentración. Es Marlon Delgado, un joven de 16 años también oriundo de Imbabura, quien llegó a la capital hace tres meses, para incursionarse al boxeo. Delgado es el chico que más extraña a sus parientes, ya que según él, “estas fechas solía pasar con mi familia”, apuntó el joven de piel morena y contextura delgada. “Todavía no me acostumbró, extraño bastante a mi familia, pero así es la profesión”, dijo Delgado, quien además de practicar este deporte, también estudia en horario nocturno, en el colegio Santiago de Guayaquil, cursando el quinto año.


Como son los casos de Marlon y Anderson. Los otros seis futuros pugilistas también sacrificaron sus navidades con sus familias, para entrenarse y sacar la cara por sus familias y su ciudad. Ya que este probablemente será su futuro y tal como indica el entrenador Segundo Chango, “la única manera de formar deportistas de alto rendimiento, es entrenándose mucho”, dijo Chango, refiriéndose a boxeadores ya consagrados, como Luis Porozo y Carlos Góngora, seleccionados nacionales que participaron en los juegos olímpicos de Pekín.
Tanto el entrenador Segundo Chango, como la CDP, consideran que estos jóvenes pugilistas, son el presente y futuro de este deporte, ya que los que actualmente se encuentran en la selección mayor están cerca del retiro. Según Chango los boxeadores se retiran entre los 21 y 22 años, etapa en la que empieza el profesionalismo.


A partir de esta edad, surgen otros boxeadores, que representan tanto a nivel nacional, como internacionalmente.


Es así, como se va cumpliendo los diferentes ciclos de los pugilistas, que en cada etapa existen varias semillas, que dentro de poco se van convirtiendo en grandes y fuertes arbustos, que dan pelea a cualquier oponente. Siempre cumpliendo su filosofía de juego, que es dar el máximo en cada combate.

Fuente:
· Diario El Comercio, fecha sábado 26 de diciembre de 2009, cuaderno 3, sección Deportes, “Pichincha prepara a sus noqueadores”, pág. Inicial/ portada 21.